lunes, 13 de octubre de 2014


Cristo, nuestra rica y gloriosa herencia.


Al analizar el pentateuco, se pueden comprender  grandes verdades de lo que actualmente conocemos como el pacto de Gracia, Simbolismos y representaciones de lo que Dios había planeado que aconteciese para el beneficio de la humanidad, tanto la ley,  Moisés, Josué, la pascua, las fiestas, el tabernáculo y muchas otras cosas que nos apuntan directamente a Jesucristo.

En este capítulo 5 del libro de Josué, nos muestra unagran realidad de lo que actualmente vivimos por medio de Cristo y su obra en la Cruz.

Si analizamos desde el principio podemos entender con  mayor claridad qué tipo de semejanza existe entre Josué 5 y el Cristianismo verdadero. Para comenzar Tenemos que colocar a 2 personajes con su respectiva representación en el llamado donde sirvieron a Dios; y estos son: Moisés y Josué.

Moisés representa “La Ley” pues a él fue a quien Dios mismo se las dio, para que la colocara como preceptos para el pueblo que Dios había escogido.

 Éxo 24:12  Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte,  y espera allá,  y te daré tablas de piedra,  y la ley,  y mandamientos que he escrito para enseñarles.

 Josué representa a “Cristo” ¿Por qué?  -Estudiemos un poco más el significado de su nombre, y comparemos más adelante su trabajo con el de Cristo.

Josué del hebreo (Yehoshua, el Señor es salvación.  Equivalente al castellano “Jesús”) él fue quien Moisés  escogió para ser su ayudante, que posterior a la muerte de Moisés se convierte en sucesor.  

Núm 13:16  Estos son los nombres de los varones que Moisés  envió a reconocer la tierra;  y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué

Hay una tierra prometida que heredar, no obstante es importante notar que esta herencia está basada es en una “Promesa” dada a Abraham en Génesis 15:18:

Gén 15:18  En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra,(E) desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 

también Dios mismo le anuncia a Abraham que ese pueblo el cual sería su descendencia seria esclavo por 400 años (Génesis 15:13). Después de que Abraham recibiese esa noticia se cumple todo tal cual como Dios se lo había dicho. 430 Años más tarde el pueblo sale libre de la esclavitud y se les da una ley por medio de la mano de Moisés, la realidad de la promesa aún sigue en pie, y es imposible que esa ley dada 430 años después anule la promesa, la herencia de esa tierra está basada en una promesa y no en una ley. (Gálatas 3:17).
La Herencia de esa buena tierra, tiene también una representación y es Cristo mismo como nuestra única y gloriosa herencia (Efesios 1), y es aquí donde surge una pregunta ¿Por qué moisés no entra a la tierra prometida?

Moisés (La Ley) no puede entrar a tomar posesión de la herencia, porque esta ley no fue añadida para hacer heredar, sino más bien para guiar a la herencia de la tierra que se nos prometió (Cristo), es Cristo mismo quien tiene la capacidad y el poder de hacernos herederos de Él mismo, y es allí donde Josué en representación de “Jesús” conduce al pueblo a la conquista de la tierra.

Esta ley nos condujo a mirar nuestra miseria humana, y nos guio a la búsqueda de alguien que supliera la necesidad Espiritual que tenemos, la ley siempre nos mantuvo señalados, y nos tapó la boca, pues nuestras obras eran malas por naturaleza (Romanos 7)

La ley solo pudo mirar de lejos la promesa, ya que ningún ser humano puede ser justificado por las obras de la ley:

Gál 2:16  sabiendo que el hombre no es justificado por  las obras de la ley,  sino por la fe de Jesucristo,  nosotros también hemos creído en Jesucristo,  para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley,  por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Moisés cumplió con su representación de manera satisfactoria dando paso a la herencia de una promesa hecha a Abraham que tiene su cumplimiento en Cristo mismo.  

Gál 3:16  Ahora bien,  a Abraham fueron hechas las promesas,  y a su simiente.  No dice:  Y a las simientes,  como si hablase de muchos,  sino como de uno:  Y a tu simiente,  la cual es Cristo.

Acabada la carrera de Moisés, el pueblo entra al plano de heredar la tierra en manos de Josué (Jesús) quien introduce al pueblo a la tierra prometida (Cristo mismo)

Josué entra a una labor grande y fuerte, no obstante Dios promete estar con él siempre, y nunca desampararle. Aún el pueblo esperaba con ansias heredar la tierra que Dios prometió y que ahora está en manos de Josué guiarles a la herencia, esta gran verdad tiene mucha semejanza con la realidad de Efesios 1:

Efe 1:11  En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad

 pues Cristo mismo es quien nos hace herederos de Él mismo, colocando en nosotros un sello que nos indica que le pertenecemos, y que pronto vendrá por nosotros, pues en Cristo también tuvimos herencia habiendo sido predestinados para ser hijos suyos conforme al que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

El pueblo de Israel debe empezar la conquista de la buena tierra, tierra que les pertenecía por promesa de Dios que ahora debían poseer y disfrutar. El Rio Jordán es la clave para empezar a poseer la tierra, y es allí donde vemos la clara realidad de nuestra vida en Cristo, pues todos nosotros estábamos hundidos y vendidos al pecado, y ese pecado era la pared que no dejaba que nosotros por ningún motivo obtuviéramos la tierra prometida, la intervención de Jesús es la pieza clave para que nosotros tuviésemos acceso a Él, fue Cristo quien dividió el rio para que nosotros pudiésemos obtenerle a Él mismo como nuestra herencia más satisfactoria, y así Josué por el poder de Dios hizo al pueblo pasar el Jordán y empezar la conquista de la buena tierra.

La ley nos hizo reconocer nuestra miseria humana, para eso Dios mismo la coloco, haciendo que nosotros anheláramos a Cristo, y que en su justicia en la Cruz, nos hiciera aceptos en él. Él es nuestra única rica y gloriosa herencia. 

ESPERA PRONTO LA SEGUNDA PARTE.

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Publicado Por: Jessid Reyes

 Administrador del Sitio.

CRISTO, NUESTRA RICA Y GLORIOSA HERENCIA.

viernes, 10 de octubre de 2014


2Ti 3:5  Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!

Hoy no solo nos enfrentamos a la crueldad del mundo hacia los seguidores de Cristo, sino que también una serie de eventos han suscitado en la iglesia.

Falsos profetas, mentirosos que por amor al dinero han estafado de manera abierta a quienes no han emprendido la maravillosa iniciativa de recorrer las páginas de la biblia en busca de la verdad de Dios. Tales hombres fueron destinados a esta apostasía como un castigo para quienes rechazan el conocimiento de Dios.  (Jud 1:4)

No obstante la realidad en la que estamos sumergidos nos permite evaluar nuestra conducta dentro y fuera de la congregación local; ¿Acaso somos Hipócritas profesionales?

Nos enfocaremos en nosotros los jóvenes creyentes, pero no queda excluido ninguno que pertenezca a una congregación. La palabra de Dios emite énfasis grandiosos acerca de nuestra conducta como hijos, nuestro proceder en cada circunstancia que enfrentemos y como responderemos ante las adversidades y cuando nuestra fe sea probada.

Un  alto porcentaje de jóvenes que asisten a las congregaciones, en realidad no son cristianos. Aunque suelen asistir regularmente y participan activamente en las actividades que se realizan, ellos no han conocido a Cristo y viven una vida de doble cara moral. Algunos suelen ser hijos de padres Pastores o Maestros, otros aunque sus padres no son creyentes, aun así asisten a la congregación porque adquieren algún beneficio.

La palabra de Dios nos manda a que seamos obedientes a su palabra [Sal 119:4 Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos.] para beneficio de nuestras vidas [Sal 119:56  Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.]

Si nosotros como jóvenes no buscamos a Dios genuinamente, seremos arrastrados cada vez más hacia la hipocresía y nuestra conducta sería la cooperación que daremos a que el evangelio sea blasfemado por los incrédulos.

Existen varios aspectos importantes:
1)    Ningún hipócrita es profesional para siempre:

1Co 4:5  Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Nuestra cabalidad en discernir suele ser imperfecto, ya que no podemos ver la realidad interna, pero si lo exterior. No obstante estos que pretenden burlar a la iglesia recibirán el castigo por su hipocresía.

2) Lo que estaba escondido, saldrá a la luz:

Mat 10:26  Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
No hay necesidad de esconder nada, un día todas las cosas quedarán descubiertas, y cada quien recibirá el castigo pertinente.

3) ¿Amas a Cristo o lo odias?:

Jua 3:20  Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Si tomamos este verso a la luz de toda la narración de Juan, notemos lo que nos dice anteriormente

Juan 1:9  Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

Cristo es la Luz que vino a este mundo, si tu actitud de falso arrepentimiento sigue en ti, actuando como un hipócrita, entonces solo estas demostrando odio hacia Cristo; Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz.

No podemos decir que amamos a Dios, mientras que fuera de la congregación actuamos como impíos que sin importar nada, buscamos solo la aceptación de los demás jóvenes incrédulos. Demostrando así la necesidad de verdadero arrepentimiento.

Joven, no actúes como un creyente si verdaderamente no lo eres, te invito a que analices cada aspecto de tu vida, y si no vives como Cristo ha determinado que lo hagas, entonces es necesario conocerle a Él en su palabra.

Jua 3:7  Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”.



Es nuestra oración que hoy puedas iniciar un cambio de mentalidad con respecto al pecado, y reconozcas la necesidad imprescindible de no rechazar el único poder que puede hacerte obediente a Dios. 



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Publicado Por: Jessid Reyes

 Administrador del Sitio.

Hipócritas profesionales